Tengo presión alta en el embarazo, ¿es grave?

¿Sabías que el corazón se encarga de bombear sangre a las arterias y estas la distribuyen a todo el cuerpo? Cuando existe presión alta en el embarazo se ejerce más presión sobre el corazón y los riñones, lo que puede llevar a diversas complicaciones tanto para la salud de la madre como para la del bebé.

En esta guía, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la presión alta en el embarazo: desde qué es y sus tipos, hasta sus causas, los síntomas a los que debes prestar atención, sus posibles consecuencias y, lo más importante, cómo prevenirla y manejarla para asegurar un embarazo saludable.

¿Qué es la hipertensión gestacional?

También conocida como presión alta, se detecta cuando tu presión arterial supera los niveles normales. Se mide a través del esfigmomanómetro o tensiómetro.

Normalmente, tu presión arterial debería estar alrededor de 100/80 mm Hg. El primer número (100) es cuando tu corazón bombea sangre, y el segundo (80) es cuando está en reposo. Si tus números se mantienen en este rango, ¡todo está bien!

Ahora, si la tensión arterial está igual o por encima de los 140/90 mmHg, estamos frente a un caso de hipertensión. En casos más avanzados, puede llegar a ser de 160/100 mmHg.

Tipos de hipertensión durante el embarazo

Durante el embarazo pueden detectarse tres tipos de hipertensión:

• Hipertensión crónica: es la presión arterial alta que una mamá ya padecía desde antes de su embarazo.

• Hipertensión gestacional: es la presión arterial alta que surge después de la semana 20 de gestación y generalmente se manifiesta en la semana 37. No debería exceder los 160/110 mmHg. Por lo general, vuelve a la normalidad 6 semanas después del parto.

• Preeclampsia: Es la presión arterial alta con pérdida de proteínas a través de la orina. Se desarrolla normalmente después de la semana 20 de embarazo y le ocurre al 3%-7% de las mujeres embarazadas.

Causas de la hipertensión en el embarazo

Algunas de las posibles causas que pueden llevar a la presión alta en el embarazo son:

• Estar embarazada de gemelos, mellizos o trillizos.

• Ser diabética.

• Haber tenido preeclampsia en un embarazo anterior.

• Embarazarse antes de los 17 años o después de los 40.

Síntomas de la presión alta en el embarazo

Durante el segundo trimestre, debes prestar especial atención a señales que pueden indicar presión alta en el embarazo:

• Dificultad para respirar.

• Aumento disparado de peso.

• Hinchazón en manos y/o cara.

• Dolor de cabeza.

• Alteraciones en la vista (ver destellos de luz o manchas).

• Palpitaciones.

• Dolor en el abdomen.

• Dolor debajo del pecho derecho.

• Manos hinchadas.

Si presentas alguno de estos síntomas, acude de inmediato al servicio médico de urgencias.

Consecuencias de la hipertensión gestacional

¿La presión alta en el embarazo es peligrosa? La respuesta es sí, si no se controla adecuadamente puede traer consigo varias complicaciones importantes tanto para ti como para tu bebé:

Riesgos de la hipertensión gestacional para la madre

• La hipertensión gestacional no controlada puede agravarse hasta desarrollar preeclampsia, afectando otros órganos como los riñones, el hígado y el cerebro.

• Incluso puede evolucionar a complicaciones graves como problemas de coagulación o convulsiones (eclampsia).

Riesgos de la hipertensión gestacional para el bebé

• Puede reducir significativamente el flujo de sangre a la placenta, lo que restringe el oxígeno y los nutrientes vitales que tu bebé necesita para crecer y desarrollarse correctamente.

• Tu bebé podría tener un nacimiento prematuro, lo que puede implicar riesgos para su desarrollo.

• También resulta en bajo peso al nacer.

Además, es más probable que tu médico te recomiende un parto por cesárea para proteger tu salud y la de tu bebé, ya que un parto vaginal podría ser riesgoso bajo estas condiciones.

Es importante que asistas tus controles prenatales y estés bajo supervisión de un profesional de la salud. Él monitoreará tu presión arterial y tomarán las medidas necesarias para asegurar que tu embarazo avance adecuadamente y cuidar tanto tu bienestar como el de tu bebé.

Cómo prevenir y manejar la presión alta en el embarazo

Para prevenir y controlar la presión alta en el embarazo, es esencial adoptar un estilo de vida saludable y mantener un seguimiento médico constante:

Tu alimentación es clave

¿Qué comer si tienes presión alta en el embarazo?:

• Una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras.

• Alimentos ricos en potasio y magnesio como plátanos y verduras de hoja verde.

• Reduce el consumo de sal.

• Limita los enlatados, salsas procesadas y embutidos.

• Mantente bien hidratada y bebe al menos 1.5 litros de agua sin gas al día.

Si tienes sobrepeso, habla con tu médico o un nutricionista para un plan personalizado.

Realiza actividad física y mantén un peso saludable

El ejercicio regular mejora la circulación y ayuda a mantener la presión arterial controlada.

• Realiza actividades de bajo impacto como caminar, nadar o yoga prenatal.

• Mantén un aumento de peso adecuado: lo ideal es subir alrededor de 1 kilo por mes.

Siempre habla con tu médico antes de iniciar o cambiar cualquier rutina de ejercicios.

Descansa e intenta manejar tu estrés

Para mantener la presión arterial en niveles saludables:

• Practica técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda.

• Asegúrate de descansar lo suficiente.

En algunos casos, tu médico podría recomendarte reposo total. Esto significa permanecer en cama la mayor parte del tiempo, limitando al máximo tus movimientos y cualquier actividad física. Solo deberías levantarte para ir al baño o para necesidades médicas muy específicas y breves.

Monitorea tu salud de manera constante

• Aprende a tomar tu presión arterial en casa con un tensiómetro.

• Asiste a todas tus citas médicas prenatales. Tu profesional de la salud te dará un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.

• Si tomas un multivitamínico prenatal, asegúrate de que sea siempre bajo la supervisión e indicaciones de tu médico.

Priorizar tu bienestar y el de tu bebé es fundamental. Con un seguimiento médico constante, una alimentación adecuada, actividad física moderada y un buen manejo del estrés, puedes controlar la presión alta en el embarazo y asegurar la salud de ambos. Recuerda, no estás sola en esto; tu médico y tu familia están ahí para guiarte y apoyarte en cada paso.